Cuando se trata de ahorrar, el mejor momento para comenzar es ayer. ¡Pero hacerlo desde hoy también es bastante bueno! Quizá puedas sentir que no tienes dinero justo cuando quieres comenzar, pero incluso una pequeña cantidad de dinero puede ser el inicio de un buen ahorro con el tiempo.
Aquí te damos 7 hábitos inteligentes que vale la pena practicar en cualquier etapa de la vida.
1. Planea tu comida.
Alimentarte a ti mismo sin mantener un control de tu presupuesto es una manera muy fácil de gastar mucho dinero sin darte cuenta, algo que toma por sorpresa a muchos jóvenes que apenas están comenzando a vivir solos. En vez de salir en cada comida del día o comprar mucha despensa perecedera que probablemente termines tirando al final de la semana, mejor tómate el tiempo de planificar tus gastos y planeta un presupuesto. Lo más recomendable, es cocinar tu propia comida comprando los ingredientes que utilizarás a la semana y reservar las salidas a comer fuera para ocasiones especiales. Te sorprenderás de ver cuánto dinero puedes ahorrar poniendo atención en este detalle.
2. No dejes que pellizcar tus ahorros se convierta en un hábito.
Una cuenta de ahorros no sirve de mucho si estás gastando más dinero del que le estás depositando. Al contrario de lo que se piensa, una cuenta que destinamos para ahorrar puede ser muy útil en situaciones de emergencias, enfermedades, algún accidente o daño a tu automóvil o casa, e incluso el desempleo repentino. Si quieres tener un colchón para ese tipo de situaciones, asegúrate de que tu gasto diario no se mezcle con el dinero que estás guardando y si quieres llevar tu ahorro al siguiente nivel, puedes considerar un Seguro de Vida, ya que puede ser un buen instrumento financiero que te permitirá ahorrar y protegerte, a la vez que te ayudará a evitar que gastes el dinero ya ahorrado.
3. Configura depósitos automáticos a tu cuenta de ahorros.
Analiza tus gastos mensuales, al igual que con el presupuesto que realices de tus gastos fijos como luz, agua, gas, comida y otras cosas, es importante hacer un presupuesto para tener una cantidad determinada que puedas ahorrar. Si eres empleado y tu salario se deposita directamente en tu cuenta cada quincena, considera configurar una transferencia automática a tu cuenta de ahorros. La cantidad no tiene que ser grande, permitirte ahorrar hasta 100 pesos por depósito será mejor que no ahorrar nada durante los próximos cinco años.
4. Si tienes ingresos extras, ¡ahórralos!
Trabajar como freelance además de tu trabajo de tiempo completo o realizar alguna actividad en fin de semana que te deje un extra de dinero es una buena manera de complementar los ahorros. Y aunque es probable que cuentes con ese dinero como parte de tus gastos fijos, intenta elegir una cantidad pequeña fija para ahorrarlo. En poco tiempo comenzarás a darte cuenta de los beneficios a largo plazo que obtendrás al tomar esta decisión.
5. Mantén un registro de tu dinero.
Es difícil pensar en cuánto dinero puedes ahorrar si no sabes cuánto dinero estás gastando. Durante un mes, comprométete a anotar cada gasto que realices, desde pagos de servicios o tarjetas, hasta las compras más insignificantes. Una vez que tengas la lista completa, podrás decidir qué compras son innecesarias, y calcular cuánto dinero podrías guardar sin gastar en ellas. Para el siguiente mes, ponte el objetivo de cumplir con tus gastos fijos y comprométete a guardar el dinero que consideraste el mes anterior y que gastabas en cosas que probablemente no necesitas.
6. Aprovecha tus beneficios laborales/escolares.
Si trabajas de tiempo completo, podrías estar dejando ir algunos beneficios que te da la empresa en la que laboras, sin darte cuenta. Algunas empresas proveen a sus colaboradores con seguro de gastos médicos y dentales, o cajas de ahorro, membresías de gimnasio con descuentos y reembolso de transporte o vales de gasolina. Si aún eres estudiante, hay otras formas de ahorrar dinero exclusivas de tu situación; existen programas de gobierno que ofrecen a los estudiantes mexicanos tarjetas de descuentos con validez internacional. No dudes en externar todas tus dudas al personal de Recursos Humanos de tu empresa o al consejo de actividades estudiantiles de tu escuela. Probablemente te mostrarán beneficios que ni siquiera conocías.
7. Derrocha con responsabilidad.
Cuando hayas logrado un ritmo al planear tus presupuestos y estés logrando ahorrar de poco en poco, es importante que te des un premio por comenzar a tener autodisciplina. En lugar de gastar indiscriminadamente durante todo el mes, determina una cantidad fija de dinero para gastar como tú quieras. Este dinero puedes utilizarlo para consentirte un día, cenar algo rico o comprarte algo que te ha gustado, lo único importante es que lo gastes sin sentirte culpable para que puedas continuar con tus hábitos de ahorro al día siguiente.
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